viernes, 29 de julio de 2011

Al árbol que florece

Amor, cuántos caminos hasta llegar a un beso,
qué soledad errante hasta tu compañía.
Pablo Neruda

Al árbol que florece en estos días quisiera parecerme
y mostrar los primeros signos del verdor que se aproxima,
la alegría irreprimible de la vida en sus primeros pasos,
la fuerza misteriosa que tuve para seguir creyendo
cuando no tenía nada excepto juventud.
Mas no puedo reprimir estos pensamientos que se tiñen
de una vaga melancolía que no se muestra
y que se adueña
de un poeta sin voz cansado y roto
que se empeña en seguir buscando la pasión
en la ciudad más fría que el sol alumbra.
En un corazón que aún reclama las horas
ardientes, sudorosas en el sopor de julio,
cuando no supo
recorrer el camino que llevaba a un beso
y se quedó llorando del mar las lejanías.

3 comentarios:

  1. Que maravillo, triste y melancólico poema.
    Incleible como escribes poeta.

    ResponderEliminar
  2. Es un poema de la duda aislado. No he podido escribir casi nunca Elda. Ahora me está costando la salud, pero seguiré adelante, no merece la pena vivir si te niegas a ti mismo. Son trozos de mi imaginación que me duelen como si fueran vida. John estaba descontento por tener miles de fans, yo me siento dichoso por tener sólo una.

    Gracias.

    ResponderEliminar
  3. Si hubiera aprendido a tocar la guitarra, muy básicamente, como Buddy Holly, o John, al principio,no hubiérais tenido que aguantar al pequeño impertinente. Ellos no necesitaron mucho para hacerse imprescindibles.

    ResponderEliminar