viernes, 25 de noviembre de 2011

Quinto poema de la Duda

5

Recuerdo con misterio el comienzo de un poema,
las palabras se buscaban, aparecían y abrigaban
el cesto de mi inocencia, la carne de mis dudas.

Alejado, en esta ciudad que nunca
tuvo en estima a los poetas, siempre desconcertado
quise abrir un camino que, de alguna forma,
me acercara
a la imagen de niña que perdiste.

Ahora pasan las horas y busco un no se qué
que me acongoja,
consulto en la Red para saber que piensan,
que escriben los poetas en mi país ahora,
y no puedo entenderlo,
apenas hay lugares que hablen de caminos,
música que nos reclame,
nombres que nos acerquen, ideas que nos encuentren
cuando lleguen los días de la verdad que vibra,
cuando, descabalgados, montemos en la muerte.

(Poema de la duda - 2011) 

Cuando preguntas a un ceutí qué es Camoens, te dice que una calle donde vive gente importante.

12 de Diciembre



Homme libre, toujours tu chériras la mer!
Baudelaire


Hay quien vive en una ciudad que se agiganta
y allí jugaba cuando niño en sus calles
antes de entrar al colegio.

Es difícil fingir que no ha muerto lo que amábamos,
porque la vida escapa, breve como la rosa,
sin saber precisar que se hizo de nosotros,
de aquel miedo a morir,
de aquella niña blanca que ondeaba
su cabello negro, su risa, su esperanza.

Ella sabe que nunca volverá a salir del colegio,
que nuestra soledad retorna del brazo de la muerte,
como una golondrina atrapada en la nieve
que no puede volar y apenas se equivoca.

Diciembre 1983

jueves, 24 de noviembre de 2011

Nunca quise ser

Nunca quise ser como mis padres me dijeron
y aún sin sus errores he sabido perderme.
Esta es mi soledad de turbador gastado,
y de poeta rancio
que no publicó verso alguno.
Al abrigo de las horas derrumbo mi silencio
con películas viejas que buscan la sonrisa.
Este es mi pobre mundo, mi historieta cerrada,
en una ciudad que crece en el dolor
sin apenas un árbol y ennegrecidas playas.
Me hablan cada día de lo que nunca tuve,
me recuerdan lo que pude conseguir
de haber sido como mis padres me dijeron,
y parecer bueno, bueno y feliz en la indiferencia.
Diciembre 1983

sábado, 19 de noviembre de 2011

Pomas primeros


Primeros poemas

I

Amigo

Estarás en mí sin que nos preocupe el tiempo,
los adioses serán una pertenencia de otros,
prepararé mi bosque, mi paz y mis senderos
para que tú los pises,
como aquel día lejano que yo pisé tus huellas
para que me mostraras tu felicidad.

II

En mi pensamiento

Estabas cerca, casi en el aire y conmigo.
Caían rosas mientras el sol se perdía,
 con la mano tú me indicabas el camino.
En los árboles reían las hojas amarillas
y tu boca parecía una fuente de besos
o quizás un volcán sediento de palabras,
de palabras perdidas en mi pensamiento
en las que me decías que eras feliz,
o me repetías mil veces “te quiero”,
que ya no podrías caminar sin mí.

Con los pies desnudos te fuiste, serena
y alta era  la noche que nos fue envolviendo,
con la mirada en el mundo; ¿no te acuerdas
lo triste que pasaste por mi pensamiento?

VI

Viejos amigos


Siempre saldrá octubre a oler su viento,
y los borrachos locos tirarán las botellas por las murallas,
volveremos a gritar frente al maestro,
y a correr la locura por las playas,
hasta que el mundo nos encuentre muertos.

XII

Aquella noche


Tú te caíste, serían las doce,
pero no llegaste al suelo,
yo te recogí en mis brazos aquella noche
y tú me sonreías, recuerdo
aquella sensación como una cruz
que me persigue en todos mis calvarios;
me caigo tantas veces, una sola tú,
y no tengo a nadie que pueda evitarlo.

XV

En un día triste,
triste como tus ojos
dejan a quien los mira,
puedes abrir el cielo,
cerrar el horizonte,
recordar al poeta
que pulsaba la lira
y pensar que el amor
en ti es como la muerte,
de donde no se vuelve
cuando no se respira.