viernes, 25 de noviembre de 2011

12 de Diciembre



Homme libre, toujours tu chériras la mer!
Baudelaire


Hay quien vive en una ciudad que se agiganta
y allí jugaba cuando niño en sus calles
antes de entrar al colegio.

Es difícil fingir que no ha muerto lo que amábamos,
porque la vida escapa, breve como la rosa,
sin saber precisar que se hizo de nosotros,
de aquel miedo a morir,
de aquella niña blanca que ondeaba
su cabello negro, su risa, su esperanza.

Ella sabe que nunca volverá a salir del colegio,
que nuestra soledad retorna del brazo de la muerte,
como una golondrina atrapada en la nieve
que no puede volar y apenas se equivoca.

Diciembre 1983

1 comentario:

  1. Elda, insisto tengo lo que buscaba, se me han escapado todas las princesas y alguna que otra mujer fatal, y me alegro. He enccontrado personas que me escucháis, porque tengo mucho que decir, tú eres la primera y eso me desnuda emotivamente. Estoy preparado para morirme fracasando de las maneras más injustas. Por lo que tú sabes, el éxito es un monstruo que no podría gestionar, además García Montero tiene que seguir dando clases y Gala ha vivido de esas largas novelas que van a ninguna parte. Su teatro profundo, con un humor casi Wildeliano, y valiente, y su poesía que Clara Mnntes la eleva, y sus artículos certeros y brillantes, no le habrían dado para pagar una cena a sus buenos amigos. Tengo lo que quiero Elda, aquí en mi rincón.

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