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Recuerdo
con misterio el comienzo de un poema,
las
palabras se buscaban, aparecían y abrigaban
el cesto
de mi inocencia, la carne de mis dudas.
Alejado,
en esta ciudad que nunca
tuvo en
estima a los poetas, siempre desconcertado
quise
abrir un camino que, de alguna forma,
me
acercara
a la imagen de niña que perdiste.
Ahora
pasan las horas y busco un no se qué
que me
acongoja,
consulto
en la Red para saber que piensan,
que
escriben los poetas en mi país ahora,
y no puedo
entenderlo,
apenas hay
lugares que hablen de caminos,
música que
nos reclame,
nombres
que nos acerquen, ideas que nos encuentren
cuando
lleguen los días de la verdad que vibra,
cuando,
descabalgados, montemos en la muerte.
(Poema de la duda - 2011)
Cuando preguntas a un ceutí qué es Camoens, te dice que una calle donde vive gente importante.
Enrique es que tú eres muy bueno, y para encontrar a alguien que verse de tu forma inteligente y profunda tendrás que buscar mucho.
ResponderEliminarYo tengo un amigo que fue el profesor de ingles y literatura de mis hijas en el colegio, y es un tipo muy inteligente. Comenzó hace unos años a escribir, y tiene editados varios libros, y uno de poesía.
Le dije un día que entrara en mi blog y me hiciera una crítca, y me dijo que el sentimiento le podía, jajaja, con eso me dijo todo. Tiene un espacio de crítica en el Heraldo de Zaragoza, un periódico.
Seguro que a ti te gustaría como escribe.
Por cierto, me ha gustado este poema de la duda.
Ya te he encontrado a ti, Elda, que escuchas al pobre Catulo/Paco, le entiendas o no, yo tampoco me entiendo, hablo por hablar, por eso me ingresaron.
ResponderEliminarGracias, Elda. ¡Qué me importa lo que los demás piensen! Tengo mucha suerte, como siempre, pero tengo una tendencia absurda a querer estropearla.