La suave colina
donde quedaron
dormidos los ojos de un poeta
se ha llenado de noche.
Mientras sube la niebla
de aquella soledad,
se ha llenado de noche.
Porque tú, amor mío,
has cumplido cien años
en el drama de un beso
que ha cerrado tu boca.
Porque tú, amor mío,
te has vestido de muerte.
Con los párpados apagados
de rimmel solitario,
con el polvo azotando
tus pálidas mejillas,
te has vestido de muerte.
(Octubre-1991)
¡Anda mira!, subiste este poema a tu blog, el día de mi cumpleaños.
ResponderEliminarMuy triste todos los versos pero me han encantado Enrique.
Es un placer leerte.
Ya me gustaría hacer los comentarios tan hermosos que tu haces, pero no sé.
Un abrazo.
Gracias, Elda, como ves hace ya unos veinte años que escribí este poema. Me alegra que te haya gustado, ya sé que los versos son tristes pero la ocasión lo requería. Eres tan constante a la hora de darme ánimos y comentar mis poemas que el día que te des unas vacaciones voy a echarte de menos.
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