jueves, 15 de diciembre de 2011

Mi Nocturno del Hueco Desquiciado



A Lorca, que los cielos me perdonen.

Cada poema aparecerá vestido
de tristeza que no atienda a razones,
que se alimente de las cifras del desnudo
que te arrancó sin verte en los salones.

Pero ahora me voy como un ausente,
sin calle, sin semáforo, sin coche
como la piedra helada de tu frente
que ya no piensa en mí,
que no late, no llora, que no siente.

Habrá una aurora nueva en tu mejilla,
un mensaje de cardo en mi buzón de espera,
y no hubo una tregua en mi vida
que a sangre y fuego labrado no se hubiera,
con los violinistas moviéndose en las sombras
y los gatos que hieren sueño
en la maleza encogida,
con seres de locura enamorados
y besos sin carmín en las mejillas.

Pero me voy como un hueco sin mensaje
a los parajes yermos del espanto
abrigando en el pecho soledades,
incomprensión de olvido que no ayuda,
derroteros del mar que nos inunda y muere
y deja nuestros ojos sin ventanas
y una estrofa de Cohen temblando en los andenes
para cuando recuerde el porvenir Granada.

Pero ahora me voy como un ausente,
sin calle, sin semáforo, sin coche,
como la piedra helada de tu frente
que ya no piensa en mí
que no late, no llora, que no siente.

(Poema de Duda - 5/7/2011)

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